Pisando Navarra.

UPN, NB, IU, PSN... toda la sopa de letras se dedica a comentar lo que Navarra debe ser, según ellos. Es decir, "Navarra es mi cortijo... o mi caserío" ( L'etat c'est moi de Luis XIV, en versión roncalesa).

¿Quién les dice a toda esta banda que Navarra es suya, para hacer lo que con ella convengan? Porque estos tíos se creen herederos de las Cortes Forales, pero encima tirando el dinero público.

Ahora, Miguel Sanz, presidente con permiso de Chivite, quiere "fortalecer la cooperación con el PSN, combinar la continuidad de las políticas de su Gobierno anterior con la innovación, y respetar la pluralidad de Navarra". Que no cuela. Cómo cooperar con los que toman café con ETA, cómo combinar la continuidad apolillada y acomplejada de UPN con innovación, y cómo respetar la pluralidad de Navarra son cosas que no explica (y que ni comparten ni respetan la cuadrilla del PSN, la banda de NB trufada de jubilados de ETA y otros fifiriches de tres al cuarto y coche oficial).

Pero, ¿hay alguien que respete a Navarra?

P.D. El respeto empezaría porque ningún vándalo anormal se dedicara a quemar catenarias de tren o cajeros automáticos, y porque nadie fuese extorsionado con la cobardía de una carta anónima... pero los politiquillos actuales están mejor mirando para otro lado.